sábado, julio 15, 2006

El profesional

Miré sus manos tintas en sangre, lo tranquilo de su pulso y la parsimonía con que limpiaba el cuchillo tras degollar a su víctima le delataba como un veterano en esas lides. Fue por eso que me acerqué con tanta confianza, ahí conseguiría un buen pollo para el puchero.