Ajenjo
Tus labios saben a ajenjo, mi cruel ángel de la oscuridad. Y sigo pendiente del amargo fruto de tu boca, que me intoxica a la vez que se lleva mi razón. Tus besos que me regalas a cuentagotas mientras me desgarras a fuerza de caricias y dentelladas colapsadas lo son todo para mí. Lo confieso, me he vuelto adicto a tu presencia, a tu ausencia, al recuerdo amargo de tu pasión, ya que no le puedo llamar amor.Y tan sólo espero que en el medio de esta locura me mates, pues ahora se que no podría vivr más sin tí.