viernes, junio 09, 2006

De rojo te ves bien

Una flor granate floreció en tu vestido, preludio del jardín de amapolas que transformó su nupcial blancura en una explosión vibrante de matices carmesíes. La transforrmación se dió virando la paleta de colores, y tu antes sonrosado cutis se fue volviendo más blanco, del color de la cera, perfectamente enmarcado por los mechones azabaches que resbalaron de tu tocado. Habrías sido la obra perfecta si tan sólo hubieses posado suavemente la mano sobre tu pecho, cubriendo la violenta entrada de mis perdigones.