lunes, septiembre 24, 2007

Al ladrón

Maldita burocracia, por eso este país no avanza. Si es que no hay forma, que todos esos funcionarios son unos inútiles. ¡Y lo peor de todo es saber que ese maldito criminal se marchará impune! ¿De qué sirve la justicia? ¿De qué? Si es que esos idiotas son unos cuadrados incapaces de hacer nada sin papeleo de por medio. De nada me ha servido ir a denunciar al ladrón, puesto que no tengo factura alguna que demuestre que me ha robado mi mayor tesoro. Y encima se han atrevido a echarme del recinto, bajo amenaza de mandarme a la sombra unos días. ¡Qué ultraje! Si he sido yo el agraviado, el que ha sido despojado por ese ladrón furtivo. ¡Juro y perjuro por Dios que hasta hace poco yo era el dueño del corazón de esa mujer!