martes, marzo 13, 2007

No hay lugar como el hogar

Tras la extraña aventura vivida, Dorothy retornó a Kansas a la vieja granja. Todo seguía igual, si no se tomaba en cuenta la destrucción provocada por el tornado. Las jornadas para reconstruir la casa, recuperar los sembradíos y tratar de volver a la normalidad fueron agotadoras. El caracter de sus tíos se fue avinagrando conforme las penalidades se sucedían sin fin. Nada era como lo recordaba, nada era dulce y amable. Y una noche, no pudiendo soportar más tanta amargura, chocó los tacones tres veces, repitiendo el viejo ensalmo que la llevaría de nuevo a OZ.