jueves, mayo 03, 2007

Teología

El fremen se arrastra moribundo por las arenas de Arrakis, el destiltraje le ha fallado irremediablemente y su agua se desperdiciará en las infinitas dunas del planeta-especia. Sabe que no tiene salvación, y amargamente reflexiona sobre su fe mientras una y otra vez piensa en un dicho tradicional: Dios creó Arrakis para probar a los fieles, Dios creó Arrakis para probar a los fieles...
Desgraciadamente, es sólo hasta este momento que intuye que lo que su dios quería probarles es que tiene un sentido del humor muy ácido.