lunes, diciembre 10, 2007

El escritor

No podía más. Era tanta su rabia que tenía que desahogar en alguna parte su frustración ante su amor burlado y, a falta de algo mejor o alguien que quisiese escucharle, se dedicó a escribir un libro sobre las mil infamias y vejaciones que deseaba inflingir a aquellos que le habían ignorado. No es de extrañar entonces que se lo publicasen y se convirtiese en el boom del momento, aunque nadie jamás le tomase en serio.