martes, enero 29, 2008

Lo sabes

Lo sabes. Eres quien descubre una sonrisa en su rostro, quien ha conseguido hacer brillar de nuevo sus ojos y devolverle el color a sus mejillas, quien le ha regresado el esplendor perdido tras ese largo periodo oscuro. Y la miras tan fresca, tan sonriente, deslumbrante. Y tu corazón no puede evitar un brinco de desasosiego cuando piensas que probablemente en ninguna mujer de verdad puedas obrar ese milagro, pues tan sólo eres un viejo restaurador de arte.