domingo, diciembre 31, 2006

...vida nueva

El alien se retuerce espasmódicamente, abriendo y cerrando las mandíbulas en un desesperado intento de tragar aire. Su quitinosa coraza, otrora tan reluciente, luce deslucida y llena de arañazos, desconchones y fisuras que demuestran que se trata de un especimen muy viejo. El instinto le avisa que su fin está cercano, y lenta y decididamente se arrima a la cámara de incubación, donde miles de huevos incuban a futuras generaciones de voraces depredadores.

Con su últimas fuerzas se arrastra hacia un huevo pronto a eclosionar, y cuando le faltan sólo unos pasos, su pecho comienza a latir de forma violenta. En su último segundo de vida siente el insoportable dolor de su esternón siendo desgarrado desde dentro por un joven alien que durante un ciclo completo se ha ido desarrollando en su interior. El viejo alien grita, confundiéndose su grito de agonía con el triunfal de su huesped. Mas el grito dura poco, en uno por sobrevenir la muerte, y en el otro, porque un simbionte ha eclosionado del huevo y se ha adherido rápidamente al rostro del joven alien.

Una nueva generación se abre paso a lo largo de un ciclo que durará el giro completo de un solitario planeta alrededor de un moribundo sol.

Feliz Año Nuevo